LafargeHolcim es la empresa matriz de una larga lista de filiales que tiene desplegadas por todo el mundo. Es de señalar que esta compañía multinacional tiene una posición de liderazgo en el sector del cemento en todas las regiones del mundo en las que opera, en un total de más de 80 países de Europa, Oriente Medio y África, América del Norte, América Latina y Asia Pacífico.
LafargeHolcim también participa en la explotación y extracción de recursos del territorio del Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos desde 1975, al disponer de una serie de filiales en Marruecos, en concreto 14 según el documento disponible en su página web, entre las cuales se encuentra la compañía líder en el territorio LafargeHolcim Maroc, que dispone de un centro de molienda en El Aaiún (Sáhara Occidental) y la filial Lafarge Ciments Sahara. Por otro lado, LafargeHolcim construyó en el año 2016 cuatro silos para el almacenamiento de cemento con una capacidad de 500 toneladas.
De acuerdo con su página web, LafargeHolcim está comprometida con la construcción de un mundo “más verde y ecológico” y a convertirse en una “empresa con cero emisiones netas”. Sin embargo, la actividad de su filial LafargeHolcim Maroc en el Sáhara Occidental no solo constituye una violación del derecho internacional, sino que también contribuye al mantenimiento de la ocupación marroquí. En este sentido, el grupo inversor Al Mada de la familia real de Mohammed VI es uno de los principales inversores de la filial.
La multinacional también tiene una filial en España, y es una de las mayores compañías del sector de la construcción en el territorio. La filial española anunció a principios de 2021 un despido colectivo en sus plantas de Jerez de la Frontera. Ese mismo año, la empresa fue condenada por la justicia española por extracciones ilegales en el municipio de Sagunt (Valencia).
Pero probablemente, el problema más importante que tiene la empresa LafargeHolcim con la justicia, es su imputación por crímenes de lesa humanidad por la financiación del grupo terrorista Daesh en Siria a través de su planta en Jalabiya, al norte del país.