Con una inversión inicial de 680M de dólares, LafargeHolcim abrió en noviembre de 2010 una planta cementera en Jalabiya, en el Norte de Siria. En mayo de 2011, la UE adopta un embargo sobre las importaciones-exportaciones de petróleo y de armas sirias.
Después de un ataque directo de la OEI (organización Estado Islámico) sobre la planta cementera, Lafarge decidió evacuar la fábrica en septiembre de 2014. En junio de 2016, LeMonde informó de la financiación de Lafarge en Frente Al-Nosra y posteriormente al OEI entre 2012 y 2014. se estima que se pagaban entre 20 y 100.000 dólares al mes. También habría comprado petróleo para el funcionamiento de su fábrica en la OEI y habrían pagado más de 200.000€ para liberar a trabajadores secuestrados y no ayudaron a los trabajadores locales a abandonar la zona de riesgo.
En otoño de 2016, Bercy y la ONG francesa Sherpa denuncian la empresa a los tribunales del hexágono. La investigación girará en torno a la posible financiación a una organización terrorista, la puesta en riesgo a terceros y la violación del embargo europeo sobre el petróleo a Siria. En diciembre 2017, tres antiguos trabajadores y tres antiguos dirigentes estaban imputados.
También se investiga la participación del grupo accionista belga GBL.
Vulneración: financiación a una organización terrorista, puesta en riesgo a terceros y violación del embargo europeo sobre el petróleo en Siria.
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